Jugador@s

2021-02-18

Los videojuegos no son nada sin sus jugadores.

En Buenos Aires existe una comunidad de jugadores que gira en torno al Arcade Club Social, ubicado en una extraña intersección en las calles de Buenos Aires.

Allí una decena de desconocid@s se juntan a socializar mediante el videojuego. Pequeños grupos de competidores de Galaga, Arkanoid, Street Fighter II Championship Edition, 1943 o Wonderboy se reunen allí no solo por las cervezas y el hermoso patio, poblado por una pared colgante de plantas que se elevan por sobre un cielo descubierto de edificios. En absoluto.

Lo hacen para compartir experiencias de juego. Experticia con las palancas, trucos y triquiñuelas del jugador experimentado que sabe hacía donde va cada rebote, cae ca da powerup o se esquiva cada enemigo. Hay un saber popular sobre cómo avanzar,obtener más puntos o sortear dificultades, que solo circula en el boca a boca o la mirada inquisitiva de aquel que se para tras un jugador para aprender mediante la contempla ción. Se reunen porque los juegos están ahí, solo ahí. Cada máquina es única. El Street Fighter que está ahí o el Galaga que tienen, no se juega igual en otras máquinas. Además, tampoco es que las máquinas de arcade abundan.

Y allí hay una gran variedad de juegos, de jugadores y de competidores.

Solo yendo periodicamente se puede palpitar cómo viene la tabla. Quién ha sobrepasado un nuevo record. Quién ha sido desbancado.

Allí es donde ocurre la magia.